El alba despunta eufórica,
Ha hecho que sus padres se amen hacia la
locura,
El dorado Sol despierta sus ojos:
pletórica,
No sabe que un camino bello y peligroso
la espera,
Nace La Rosa Blanca, peligrosa porque es
hermosa.
Los áureos reflejos del Sol fueron,
Los primeros vistos por sus blancos
ojos,
Crecía y fue su padre EL SOL, su
nutricio poder,
En la pubertad, varios mozos por ella
padecieron,
“es una Rosa Blanca” se dio cuenta,
-No me importa, respondió,
-Su dulzura, fragilidad, y belleza eso
esconden,
-¿Espinas?, -Así es, ellas sangrar hacer
te pueden.
Se cuenta que la Sangre nació como hijo
predilecto,
Se rumorea que lo primero que vio fue la
muerte,
Y por ello la descifró y pudo matar a la
muerte,
Una flecha que despunta en dos
serpientes enroscadas,
Siempre en contradicción, cual vida,
cual muerte,
Sus pensamientos unos días despiden
chispas de vida,
Otros días se devana en el porqué desea
la muerte.
Así la sangre en Sergio y la Rosa en
Laura,
Su unión no tenía por qué ser de
duración futura,
Fue la vida, el universo quien cruzó sus
cuerdas,
Y por un tiempo sonaron como a eternas,
La consciencia de la Rosa le decía:
“No es correcto lo que hacemos, no lo
es,
Si nos juntamos haremos sufrimiento,
Suicidio y llanto haríamos en este
ungüento,
Ungüento de tu fluido y mi caverna,
Una rosa blanca manchada en sangre,
Un sacrificio de muerte a la muerte,
Porque somos lo mismo, somos incesto,
¿Alguna vez viste que un ciego guíe a
otro igual?”
La Sangre convenció a la Blanca Rosa,
Ambos se unieron, treinta y tres días
exactos,
No solo crearon alegría en ellos,
Sino muchas amarguras y llantos,
Pues espina y sangre, son lo mismo: vida
y muerte en un solo elemento: unidos
Y así fue la vida de la Rosa Blanca,
Que a consecuencia de la unión,
Sufrió una cataclísmica realidad:
muerte,
Era la Sangre un veneno, hermoso como el
rojo,
Pero por ello también peligroso.
Se cuenta que antes de la mutua muerte
De la Blanca Rosa, y la Sangre Roja,
Mellizos nacieron: dos rosas rojas, las
primigenias,
Símbolo contradictorio del romance
peligroso,
Incluso hasta el presente, y son cual vida:
Impermanentes, pasajeras, fugaces.
Pero al sabio y a la maga que sepan
oírlas,
Sabrán que hasta el AMOR romántico
muere,
Sin embargo de nuevo nace otra flor: “G”
Sin embargo de nuevo nace otra flor: “G”